viernes, 28 de mayo de 2010

- Me da pereza...


Pero cuando zarpa el barco
se me pone el alma pirata.
Me crecen cuernos y rabo
en vez de un par de alas blancas.


Y no puede entenderlo nadie...
SE ME QUEDA PEQUEÑO EL CIELO !


Y me bebo de un trago el miedo
son mentira todos mis besos.
Estropeo todos mis planes
y a empezar... a empezar otra vez de cero.




.

domingo, 23 de mayo de 2010


Ya queda poco,
siento como se acerca,
está esperando a que habra la puerta.


O mas bien quién espera soy yo,
a ser libre, a dar el salto,
a escapar de mi pequeña pecera.


Le espero, me espera... se llama verano y es inmenso... inmenso como el mar.
.

sábado, 15 de mayo de 2010

- Abrázame, muy fuerte. Por favor.


Derrama con cada lágrima ese miedo que durante las últimas semanas la había perseguido, sin alcanzarla, hasta este momento. Él se acerca y, mientras la abraza, la acaricia con dulzura el pelo. No sabe como habían podido llegar a ese punto cuando hace unos meses no eran más que unos desconocidos. Huele por última vez su aroma, intenta empaparse de él, retenerlo en la memoria con todos sus matices. Cada sonrisa, cada mirada cómplice, cada beso fugaz se vuele un puñal que acrecienta la herida. Pero ella no puede deternerle... no puede pedirle que se quede aquí. Se siente estúpida por haber creído que este momento no llegaría, que nunca tendría que afrontar esta situación. Se arrepiente del tiempo perdido. Y se da cuenta que solo quedan resquicios en el cielo que hablan insignificantemente de ellos.


De sus deseos.

De sus palabras.

De sus mensajes.

De sus silencios.

domingo, 9 de mayo de 2010

- Extraños sentimientos.


Hace tiempo que el silencio inunda la casa. Sonidos vacíos, cajones desordenados. Hay un marco roto con una foto quemada junto a la ventana, un intento fallido de borrar recuerdos.
Camina sin prisa, nadie la espera y pide deseos tirando monedas de cera a un charco sin fondo. De pronto, un ruido familiar en aquella casa de cuentos lejanos la hace despertar de un profundo letargo. La puerta cruje y escucha tres pasos. Pronuncia su nombre, ella le observa, inquieta, habían pasado tantos años... Se acerca con paso lento y ahí están, dos almas perdidas que buscan un engaño. " Te he estado esperando", le coge la mano y sonríe como la última vez. No le importa el daño, no le importa el retraso, forma parte del pasado.
Un amor ficticio, un sentimiento cerrado. Pero no hay más preguntas, se acabaron las respuestas. A llegado su momento, su segunda oportunidad.

miércoles, 5 de mayo de 2010

- Seguir.


Aunque esté agotada,
aunque mi cuerpo este destrozado
y necesite un alto en el camino,
no lo hago, tengo miedo.

Miedo a parar y no volver a levantarme,
miedo a que el mundo siga sin mi
y que nadie se de cuenta de que me quedé atrás.
Miedo a que no noten mi ausencia,
miedo a no haber estado al nivel de la vida.

Miedo de haber sido como siempre... demasiado frágil.