Hace tiempo que el silencio inunda la casa. Sonidos vacíos, cajones desordenados. Hay un marco roto con una foto quemada junto a la ventana, un intento fallido de borrar recuerdos.
Camina sin prisa, nadie la espera y pide deseos tirando monedas de cera a un charco sin fondo. De pronto, un ruido familiar en aquella casa de cuentos lejanos la hace despertar de un profundo letargo. La puerta cruje y escucha tres pasos. Pronuncia su nombre, ella le observa, inquieta, habían pasado tantos años... Se acerca con paso lento y ahí están, dos almas perdidas que buscan un engaño. " Te he estado esperando", le coge la mano y sonríe como la última vez. No le importa el daño, no le importa el retraso, forma parte del pasado.
Un amor ficticio, un sentimiento cerrado. Pero no hay más preguntas, se acabaron las respuestas. A llegado su momento, su segunda oportunidad.